Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Pedro 3, 6-9

6 y que, por esto, el mundo de entonces pereció inundado por las
aguas del diluvio,

7 y que los cielos y la tierra presentes, por esa misma Palabra, están
reservados para el fuego y guardados hasta el día del Juicio y de
la
destrucción de los impíos.

8 Mas una cosa no podéis ignorar, queridos: que ante el Señor un día
es como mil años y, = mil años, como un día. =

9 No se retrasa el Señor en el cumplimiento de la promesa, como
algunos lo suponen, sino que usa de paciencia con vosotros, no queriendo
que algunos perezcan, sino que todos lleguen a la conversión.